Cantares, coplas y hablares.

Biografía del autor:

Nace en Zaragoza un 17 de enero, con el signo de la cabra, de esto no podía salir nada bueno. Después de pasar por 2 colegios públicos, ingresa, como otros muchos, en la relación nominal de un colegio religioso. Ni siquiera la virtud y paciencia franciscana pudieron apaciguarlo.
Comienza temprano a trabajar, por fin Carmen nos hemos librado del chico, eso decía su padre, vana esperanza.
Durante su vida laboral atormenta sin cesar y de forma reincidente 48 provincias, solo se salvan de esta influencia negativa, Cuenca y Zamora, ciudades que ignoran lo cerca que estuvieron del desastre. Las ciudades autónomas no las pisa ¿Respeto? No, más bien miedo al agua.
Un día, hace de esto más de 10 años, cansado de atormentar a los mismos de siempre, decide comenzar a escribir algo que él dice libros, no lo quiere reconocer, pero es seguro que lo hace para impacientar e irritar a más gente ¿Se ha conformado con un libro? Desde luego que no, puestos a dar la tabarra, ya son 9; nueve sufrimientos, válgame Dios, por favor no leas lo que escribe este tipo, es absurdo, aburrido, reiterativo y corrosivo.
Mira por la ventana, cuenta los coches o los números de las matrículas hasta llegar a quince y vuelve a empezar, te aseguro que es más ilustrativo y formativo que leer a este andrajo de la naturaleza.

Nace en Zaragoza un 17 de enero, con el signo de la cabra, de esto no podía salir nada bueno. Después de pasar por 2 colegios públicos, ingresa, como otros muchos, en la relación nominal de un colegio religioso. Ni siquiera la virtud y paciencia franciscana pudieron apaciguarlo.
Comienza temprano a trabajar, por fin Carmen nos hemos librado del chico, eso decía su padre, vana esperanza.
Durante su vida laboral atormenta sin cesar y de forma reincidente 48 provincias, solo se salvan de esta influencia negativa, Cuenca y Zamora, ciudades que ignoran lo cerca que estuvieron del desastre. Las ciudades autónomas no las pisa ¿Respeto? No, más bien miedo al agua.
Un día, hace de esto más de 10 años, cansado de atormentar a los mismos de siempre, decide comenzar a escribir algo que él dice libros, no lo quiere reconocer, pero es seguro que lo hace para impacientar e irritar a más gente ¿Se ha conformado con un libro? Desde luego que no, puestos a dar la tabarra, ya son 9; nueve sufrimientos, válgame Dios, por favor no leas lo que escribe este tipo, es absurdo, aburrido, reiterativo y corrosivo.
Mira por la ventana, cuenta los coches o los números de las matrículas hasta llegar a quince y vuelve a empezar, te aseguro que es más ilustrativo y formativo que leer a este andrajo de la naturaleza.