Defensa de las librerías
La pasada semana un editor, con sus mejores intenciones, me pasó un link en el que Gregorio Morán recomendaba un libro de su fondo, Diario de un joven médico.
La recomendación era buena pero la imagen que este señor ofrecía de las librerías españolas me pareció ofensiva e insultante.
El señor Morán no tiene no p… idea de lo que supone mantener abierta una librería en este país de pocos lectores que además ahora practican el deporte del pirateo con total impunidad (aunque la culpa no es solamente del consumidor).
Librería París lleva mas de 50 años abriendo su puerta cada día en Zaragoza y sufriendo ataques por todas partes (copisterías, competencia desleal de las editoriales en sus webs, descargas ilegales,…)
Y sí, también nos gusta la buena literatura, pero para poder sobrevivir también tenemos que vender libros que no nos gustan y todo aquello que nos demanden nuestros clientes.
Hemos vendido muchas Sombras de Grey (mas bien nos lo han comprado) pero también hemos vendido piladas de Intemperie, por poner un ejemplo.
Porque entre la alfalfa, también crecen flores (y no quería citar la desafortunada metáfora de esta persona).
Además este periodista, si se documentara, sabría que cada año se publican miles de libros y no, no podemos tenerlos todos.
Los buenos libreros gestionamos decenas de pedidos diariamente, los conseguimos de donde haga falta y avisamos puntualmente a nuestros clientes.
¿Será que él no compra libros? o quizá que no lo hace en el lugar adecuado.
Me gustaría que mis palabras llegaran a Gregorio Morán y al público en general pues en estos momentos las librerías necesitamos apoyos y no ofensas.
Si no se pone remedio rápidamente, desapareceremos como las tiendas de música y esto es algo muy grave para el mundo de la cultura.
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